Antes de poder descifrar la ansiedad, hay que comenzar a desterrar ciertas creencias que tratan de normalizarla. 

Porque la ansiedad NO son solo nervios. 

NO significa que estés loca. 

NO es solo falta de descanso. 

Y mucho menos, es “una etapa” en tu vida. 

Así que hoy te invito a que guardes en un cajón todos esos estigmas que te han lastimado cuando tratas de buscar la causa de la ansiedad en tu vida y que solo han logrado separarte de la oportunidad de pedir ayuda. 

En este artículo, te acompañaré a conocer la verdadera cara de la ansiedad, en su forma más pura y vulnerable, sin ningún tipo de prejuicios. 

¿Qué es la ansiedad y por qué no te deja en paz?

Es probable que muchas veces imagines la ansiedad como algo externo a ti, como un ente misterioso que se ha instalado en tu mente y que se divierte susurrándote al oído todo lo que podría salir mal, recordándote todos los errores que alguna vez cometiste, dejándote una sola certeza: 

“Que todo lo que pueda salir mal, saldrá mal y seguirá siendo así por siempre”.

Como si la nube gris de la mala suerte no estuviera sobre ti, sino mucho peor, como si estuviera incrustada dentro de tu cabeza. 

Pero la ansiedad no es un ente maligno que te escogió para hacer de tu vida una miseria. 

Al contrario, forma parte de ti y de todos, desde nuestro nacimiento. 

Es una reacción natural del organismo, que se activa cuando tu cerebro detecta una amenaza o un peligro que podría hacerte daño, está relacionada con el instinto de supervivencia y en cantidades moderadas, es normal. 

Se ha comprobado que 1 de cada 5 personas desarrollarán un trastorno de ansiedad a lo largo de su vida, así que todos, absolutamente todos los que te rodean, la han sentido en algún momento, aunque intenten negarlo. 

Pero cuando este mecanismo se mantiene activo ininterrumpidamente, asumiendo que hasta las situaciones más cotidianas constituyen un peligro, ahí es cuando comienzan los problemas. 

Ya que estar en alerta permanente solo origina estrés y este puede manifestarse de forma física, mental y emocional. 

En ese punto es cuando se vuelve real la frase de: tu cuerpo comienza a gritar lo que tu corazón calla.

¿En qué formas puede presentarse la ansiedad? 

La ansiedad se convierte en un trastorno cuando comienza a presentarse de forma persistente, transmitiéndote la sensación de que no puedes controlarla ni hacerla parar, por más que el peligro o lo que tu mente detecta como tal, ya haya pasado. 

Sus síntomas más comunes son: 

Y varios elementos de esta lista pueden activarse cuando te enfrentas a situaciones detonantes que despiertan tu miedo, reviven algún recuerdo traumático o te ponen en un estado vulnerable, donde te sientes indefensa. 

Así que tu cerebro prende las alarmas y tratara de protegerte, que evadas o escapes de esa situación que anteriormente te hizo daño.

Porque el cerebro trabaja basándose en los recuerdos, analizando qué momento de tu pasado desembocó ciertos sentimientos, emociones y al identificar eventos similares, los toma como una amenaza. 

La ansiedad siempre quiere protegerte, es una mensajera y no una enemiga. Cuando logras verle como tal, y recibir su poderoso mensaje, podrás sanarla con mayor facilidad.

Si la ansiedad es tan común, ¿por qué nadie habla sobre ella?

A pesar de que en la lista anterior te mencioné las formas más usuales en que se presenta la ansiedad, no son las únicas; ya que cada persona tiene mecanismos de reacción y patrones de comportamiento totalmente distintos. 

Eso causa que la mayoría de las veces las personas no sean conscientes de que están padeciendo ansiedad o tienen un estereotipo tan marcado sobre ella, que si no se reconocen a sí mismos como alguien que esté nervioso todo el tiempo o sufriendo ataques de pánico, descartan por completo la posibilidad de padecerla.

Además, la sociedad sigue alimentando el tabú sobre la salud mental y todas las herramientas que alguien pueda obtener para buscar ayuda, como la terapia psicológica o sistémica. 

Porque tal vez has crecido escuchando frases como: 

“Al psicólogo solo van los locos”. 

“No puedes tener ansiedad si tu vida va tan bien”. 

“Hay gente que la tiene mucho peor que tú, con problemas de verdad y no anda con esas”. 

Pero con este artículo quiero que te des cuenta de que probablemente quienes te dijeron esas palabras, también tengan ansiedad y no lo saben. 

No tienes que esperar a que el resto del mundo apruebe tus decisiones para comenzar a sanar. 

Prestando atención a ese mensaje que la ansiedad quiere darte, validando tus emociones y sentimientos, sin reprimirlos. 

Si estás experimentando síntomas de ansiedad, y necesitas acompañamiento para recuperar tu bienestar emocional, agenda tu primera sesión de terapia AQUÍ

Un abrazo, Anto. 🧡

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